Pasemos a la acción. Enlazando con la semana anterior, ahora hay que pensar en cómo debemos comportarnos todos los que tenemos responsabilidades en esto de la educación. Éste fue el impulso que me animó a presentar mi candidatura a la dirección de un centro de secundaria de nueva creación, en una pequeña localidad próxima a Guadalajara. La puesta en marcha de un nuevo centro de educación secundaria ofrece una magnífica oportunidad de crear nuevos modos de hacer en educación.
El alumnado que va a acudir al nuevo centro posee una cierta homogeneidad y el Proyecto Educativo del CEIP de referencia, nos transmite una necesidad de elevar su nivel de rendimiento, sobre todo en la competencia lingüística y de una mayor implicación de las familias en la vida del centro. Pero el contexto está menos definido que en un centro ya constituido, no hay cultura ni necesidades específicas y por lo tanto la propuesta debe ser global.
La sesión del pasado martes llegó un poco tarde para mí, porque el proyecto debía presentarse dos días después. Así que soy consciente de las deficiencias que no pudieron ser subsanadas con las sugerencias de los compañeros de clase y el profesor. Trataré de hacer un resumen de la propuesta.
Enfoque
El eje principal de la propuesta es el aprendizaje de todos. En un Instituto todos tienen que aprender. Los alumnos, su currículo y los profesores cómo llevarlo a cabo. Si esto se convierte en un proceso de retroalimentación mediante una evaluación adecuada, todos aprenden de todos, y de aquí se infiere que la participación y el trabajo compartido son ineludibles. Como consecuencia, hay que promover desde el principio el trabajo en equipo para todos los niveles de la comunidad, y la distribución del liderazgo. Porque distribuir es algo más que delegar o compartir tareas, es hacer partícipes a los demás del cumplimiento de una misión, la de llevar a esa escuela que aprende a la optimización de sus aprendizajes. De esta idea global se desprenden tanto los principios pedagógicos (líneas prioritarias) como el estilo de dirección.
Principios pedagógicos
- Potenciar la enseñanza activa mediante metodologías que fomenten el aprendizaje dialógico y cooperativo.
- Fomentar la autonomía y la capacidad de autorreflexión sobre el propio proceso de aprendizaje, es decir, la competencia de aprender a aprender. Fomentar la evaluación y la información constante de los resultados de la misma, así como la autoevaluación y la coevaluación.
- Atender a la diversidad del alumnado y dar respuesta a las dificultades específicas de aprendizaje, con el horizonte de una escuela inclusiva.
- Diseñar estrategias que favorezcan la motivación y premien el esfuerzo del alumnado.
- Fomentar la comunicación con las familias y su participación en la vida del centro, requisito esencial para poder llevar a cabo la acción educativa que nos proponemos.
- Establecer como prioridad la competencia lingüística del alumnado. Desarrollar el hábito y el gusto por la lectura.
- Facilitar la participación del profesorado en actividades de formación y proyectos de innovación educativa.
- Facilitar y promocionar el uso de las tecnologías de la información y la comunicación como medio para conseguir un cambio metodológico.
- Analizar periódicamente los elementos del proceso docente educativo y revisar los objetivos planteados con el fin de provocar la reflexión y la postura crítica ante problemas, situaciones y hechos que nos estimulen para introducir los cambios en el aula o fuera de ella, que exigen el constante dinamismo de la sociedad y la realidad concreta del centro.
- Las finalidades u objetivos estarán siempre originados por las necesidades del centro y su comunidad de influencia. Las actuaciones obedecerán a planes previos ordenadamente diseñados y consensuados.
- Dichas actuaciones han de evaluarse periódicamente en función de las necesidades planteadas en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
- Tanto los objetivos como las actuaciones tendrán como finalidad la participación y cohesión de todos los sectores de la comunidad.
- Desde la dirección se dinamizarán los cambios relativos a la innovación educativa y la formación de los profesores. Se promoverán iniciativas referidas al trabajo en equipo eficaz y la toma de decisiones compartidas.
- La gestión del instituto se centrará en la optimización de los recursos evitando la burocratización y dando cuenta detallada periódicamente al Consejo Escolar y al Claustro de los gastos realizados.
- En esta misma línea, la gestión de los recursos humanos será un aspecto insoslayable a tener en cuenta en la distribución y asignación de horarios y grupos, que se regirá por lo regulado al efecto y por los criterios educativos que se adopten en el centro, teniendo siempre presente la calidad de la
formación y el beneficio del alumnado.
- Ser capaz de optimizar la coordinación docente.
- Tener una constante disposición al diálogo.
- Fomentar la participación y la democracia.
- Saber delegar funciones y tareas promoviendo el trabajo en equipo.
- Ser coherente con los documentos programáticos del centro.
- Transmitir seguridad en las actuaciones emprendidas.
- Dar relevancia a las relaciones afectivas entre los miembros de la comunidad. Procurar un centro donde se respire buen ambiente y buen humor.
- Establecer un trato cortés y amable en la relación personal con los miembros de la comunidad educativa.
- Preocuparse por todos, estar en permanente contacto con los alumnos, los profesores, las familias y el trabajo en las aulas.
- Establecer relaciones fluidas con el entorno del centro.
El primer objetivo es conseguir la máxima participación posible para llegar a un consenso sobre los aspectos de este Proyecto de Dirección que se puedan implementar de inmediato. Voy a destacar aquí solo los dos apartados que me parecen más importantes:
1. El aprendizaje
Se articula, como ya se ha anunciado, a través del diálogo y el trabajo cooperativo. Los objetivos de este apartado, deben secuenciarse porque no se puede hacer todo en el primer momento. Sin
embargo, desde el comienzo de la experiencia se deberán crear grupos de profesores para aprender
a trabajar en equipo, entre ellos y en las aulas con sus alumnos, priorizando
para éstos las competencias de aprender a
aprender y de interacción social.
El profesorado necesitará además, formación para poder implementar nuevas metodologías, como el trabajo interdisciplinar por proyectos y para la alfabetización digital.
El eje de la buena convivencia será un grupo de trabajo constituido por profesores, padres y alumnos creado a partir de la Comisión de Convivencia del Consejo Escolar. Este grupo de trabajo se reunirá periódicamente para coordinar el funcionamiento del Aula de Convivencia en su doble vertiente de espacio de reflexión y aula de tareas para aquellos alumnos o alumnas con problemas de disciplina o disrupción en el aula. La resolución pacífica de los conflictos entre iguales será una tarea que se deberá acometer cuanto antes, con el inicio de los equipos de mediación.
Respecto a la participación, las ocasiones se sucederán desde el momento en que se estudie y se debata el Proyecto de Dirección, para prolongar este cometido en la elaboración del Proyecto Educativo, las Normas de Convivencia y el resto de los documentos programáticos del centro.
Todo lo demás, las actuaciones más concretas, la organización de los recursos y las relaciones con el entorno, están supeditadas a estos dos grandes objetivos.
La evaluación
Si el aprendizaje del trabajo en equipo se produce, la evaluación cambia. Para los alumnos, para el proceso y para la dirección que impulsa esta nueva forma de actuar. En el proyecto se definen las líneas generales de una Evaluación para el aprendizaje. Una comunidad que aprende de forma cooperativa, se evalúa continuamente en un proceso de retroalimentación que, no obstante debe tener unos espacios y unos tiempos fijos, para no caer en la improvisación y para contar con la participación y el intercambio. En el proyecto se definen estos tiempos y cómo se lleva a cabo, de forma general la rendición de cuentas ante la comunidad educativa.
Hasta aquí el resumen. Lo que más cuesta es concretar, temporalizar, visualizar las acciones específicas, por muy claras que se tengan las ideas. Pero en parte eso pertenece al futuro, al momento en que el centro empiece a funcionar. En la clase quedó clara la importancia de una buena planificación. ¿Pero hasta dónde debe llegar ésta en un proyecto de dirección? Quizá lo sepa si me otorgan la plaza, y si no, será la próxima vez. Si la hay.