sábado, 30 de enero de 2010

TIC: DILEMAS ÉTICOS



IMPACTO EN LA SOCIEDAD

Actualmente, más de mil millones de usuarios en todo el mundo utilizan Internet, y miles de millones se encuentran conectados gracias a éste y a las conexiones inalámbricas. Si a esto añadimos el desarrollo de la web 2.0, el despliegue de esta capacidad de comunicación llegaría a ser casi total.

La web 2.0 está obligándonos a transformar nuestra manera de comunicarnos. Cada vez más, las personas expresan sus ideas de forma activa en este mundo de comunicación digital, más que consumir los productos de forma pasiva, tal y como ilustra la expresión "contenido generado por los usuarios"

Estamos inmersos en una revolución tecnológica y mediática cuya materia prima es la información, al igual que en la primera revolución se sustentaba en la máquina de vapor y la segunda en la electricidad. Es decir, se ha pasado de un modelo de desarrollo donde el principal valor era tangible a un valor intangible como es la información y el conocimiento y cuya característica más relevante es la abundancia.

Las ventajas de la nueva sociedad del conocimiento que viene de la mano de esta revolución de la información y las comunicaciones, son evidentes, pero surge la demanda de nuevos modelos profesionales, académicos, de la Administración, el ocio, la cultura, las leyes...

BRECHA DIGITAL

Una discusión sobre el estado actual de la sociedad de la información debe incluir consideraciones sobre la globalización, es decir, sobre el hecho de que eventos que ocurren en una parte del mundo pueden ser causados por eventos que ocurren en otras partes, y al mismo tiempo influir en ellos.

Así que nuestro entorno está siendo reconstruido continuamente en un proceso que recibe influencias de todos los rincones del mundo. Esta conectividad también genera procesos de inclusión y de exclusión. De acuerdo con Castells (1999), la "lógica estructural de la era de la información es portadora de semillas de un nuevo barbarismo fundamental".

Las áreas de la sociedad de la información que no son estructuralmente pertinentes constituyen lo que Castells llama el "Cuarto Mundo". Los procesos de globalización ligados al nacimiento de la sociedad de la información, incluyen también al cuarto mundo.

La dinámica de la globalización es compleja: al mismo tiempo que nos agrupa mediante una nueva red de interconexiones, nos estamos separando. Así, mientras en algunas partes del mundo la conectividad trae consigo la participación en los procesos importantes dentro de esta sociedad, también cierra el acceso a la participación de diferentes personas en lo que se valora como central en esta misma sociedad.

La interacción entre lo global y lo local es un juego que conecta muchas partes del mundo en una red y simultáneamente excluye regiones y personas de comunidades y países específicos. El cuarto mundo no solamente incluye grandes porciones de los países en desarrollo (África, Latinoamérica y la mayor parte de Asia), sino que se ha extendido a grandes porciones de Europa, EEUU, Japón y Australia. La inclusión y exclusión en el cuarto mundo puede ocurrir entre gente de la misma ciudad o el mismo barrio.

En la globalización, todos los ciudadanos y ciudadanas del mundo pertenecemos a la sociedad de la información. Ahora bien, mientras los más privilegiados disfrutamos de sus ventajas, los menos afortunados solo padecen sus consecuencias.

COMUNICACIÓN Y PODER

Todo lo anterior significa que lo que podría considerarse una riqueza, es también un factor de riesgo, porque la expansión de las tecnologías de la información y la comunicación produce la integración cultural, mediante un modelo de globalización de la red que refuerza la sensación de pertenecer a una gran comunidad mundial, pero que como contrapartida conlleva la paulatina imposición de la cultura, el idioma, la tecnología y toda una serie de valores, por los países más poderosos, amenazando así la propia identidad de los países más débiles.

Otro elemento de riesgo y aceleración de las diferencias entre países es el denominado "imperativo tecnológico", que determina que la fabricación y uso de herramientas, sea el factor clave del progreso de la sociedad. Ello implica una colonización real de los países receptores y no fabricantes de tecnologías, y el aplazamiento consiguiente de su acceso a los últimos adelantos, a lo que hay que añadir la creencia de la omnipotencia de las tecnologías, es decir, de su poder de resolver los problemas, lo que no deja de ser una falacia.

Las dos circunstancias anteriores constituyen el mayor factor de desequilibrio económico, de desarrollo tecnológico y de acceso al control de la información, que ha existido nunca. Además, hacen que las distancias que existen desde siempre entre países pobres y ricos, sean mayores y que, lejos de corregirse, aumenten.


PROPIEDAD INTELECTUAL

El desarrollo de la web 2.0 ha transformado internet aumentando, aún más, el papel de los usuarios como productores de las aplicaciones y de los contenidos. Desde los años setenta ésta ha sido la regla de Internet y en los últimos tiempos se ha acelerado. Nuevos modelos de creación y recreación, nuevos modelos de negocio demandan una nueva definición de los derechos de autor de acuerdo con la evolución tecnológica
.

En los últimos siglos el hombre ha sido testigo de la relación entre las tecnologías y las culturas cambiantes, y este cambio ha democratizado la cultura, ya que, gracias a la tecnología, casi todos tenemos acceso a las diversas formas de expresión. La ley, a través de la historia, ha adaptado sus principios a las tecnologías cambiantes, en la mayoria de los casos, de forma sensata.

Si pensamos en los derechos de autor, es evidente que es un concepto que ha cambiado sustancialmente en la era digital. A principios del siglo XX, la ley que protegía los derechos de autor no se preocupaba por las copias ilegales, porque solo podían hacerse con máquinas muy caras y que no eran comunes en la sociedad. A finales del siglo, la ley del copyright no se aplicaba al consumidor normal sino a las actividaes comerciales.

La tecnología digital ha dado un giro de 180º a esta situación, por muchas razones. En el mundo digital, el uso de cualquier trabajo creativo produce una copia en la memoria del ordenador. Además, al ser el uso de las tecnologías asequible y fácil para millones de usuarios de la red, las posibilidades de copia se multiplican. conviene incluso, tal y como declara Larry Lessing (2008), redefinir el concepto de copia para no "infringir la ley de derechos de autor cada vez que consumimos cultura".

Como ocurre tantas veces, no son las posturas radicales las que solucionarán el problema legal. Aún a riesgo de no satisfacer a nadie, se encuentran vías practicables a la vez que sensatas, que reconocen el derecho de los autores a la vez que el derecho de los consumidores. Un ejemplo es el proyecto del propio Lessing, Creative Commons, que ofrece a los autores la posibilidad de elegir la manera de expresar su creatividad,es decir, el autor decide la libertad que desea establecer para su creación. Pasando de "todos los derechos reservados" a "algunos derechos reservados", en palabras de Lessing. Una idea muy en consonancia con los tiempos posmodernos.

Como usuaria de la red y las TIC dispuesta a cumplir las leyes, pero que apuesta por una verdadera democratización de la cultura, digital o no, me parece importante encontrar soluciones de este tipo, abiertas y flexibles, que puedan defender los derechos de todos. Y desde luego estoy de acuerdo con Larry Lessing cuando habla de acabar con el "estigma de delincuencia" en este tipo de actividades.

PRIVACIDAD

Las redes sociales han cambiado y revolucionado las comunicaciones personales en la red superando la mensajería y los chats. Hemos debatido este semestre sobre dicho cambio y los riesgos para la privacidad que se derivan de este fenómeno. Pero esos problemas solo son una parte de los que aparecen por la propia configuración libre de la red. Puedes no pertenecer a ninguna red social y tus datos personales estar al alcance de cualquiera. Hace unos días localicé sin problemas la dirección y el número de teléfono de una persona con solo teclear su nombre. Esa persona me dijo que nunca había dejado sus datos en la web, era una persona mayor y no la usaba nunca, sus datos estaban tomados de la guía telefónica sin su permiso.

Y también en los últimos días hemos visto cómo la fotografía de un líder político era extraida de la red, manipulada y expuesta sin recabar su permiso, para fines que no sé cómo calificar y sin tener en cuenta los riesgos a los que se le exponía, incluso el de su propia vida.

En un artículo de Álvaro Colomer, publicado en el periódico "El Mundo", se explica cómo obtener toda clase de datos personales a través de Internet partiendo exclusivamente del nombre y apellido. Los ejemplos son reveladores:
  • Trabajo y Estudios: En Internet se puede descubrir en qué universidad y Facultad estudió una persona, en qué empresa trabaja y hasta el capital social de esa empresa
  • Dinero: Se puede averiguar el banco solo con teclear el DNI
  • DNI: Si se teclea el nombre y apellidos en Google, se consigue el número del DNI
  • Edad, Estado civil, Patria potestad: En los registros civiles se puede solicitar y conseguir el certificado de nacimiento
Y así una larga lista de datos como propiedades, conversaciones telefónicas, información de la Dirección General de Tráfico, litigios o demandas en los juzgados, o cualquier noticia referente a esa persona aparecida en cualquier periódico aunque haya sido hace años, cierta o falsa. Y todo eso sin hacer nada ilegal.

Si a esto añadimos las medidas de "seguridad" empleadas por los servicios de seguridad de los estados, como las escuchas telefónicas, los escáneres de los aeropuertos, etc., nos daremos cuenta de que el problema afecta a las tecnologías en sentido amplio y no solo a Internet y las redes sociales.

Así cobran sentido las palabras de Samuel Parra, uno de los consultores de seguridad privada más conocidos del país que declara en ese mismo artículo: "La tecnología ha supuesto un gran avance en nuestra cultura y desarrollo, haciéndonos la vida más cómoda. Pero en materia de seguridad e intimidad, esta misma tecnología puede y es utilizada para invadir nuestra esfera personal con mayor facilidad"

viernes, 29 de enero de 2010

CHILE Y LAS TICS


Lo más interesante de la presentación del profesor Salazar, es que el enfoque está dirigido a la formación del profesorado. Los estándares TIC para la formación inicial de profesores son sencillamente magníficos.

Creo que lamentablemente, aquí se hace al revés. O al menos así nos llega a la mayoría del profesorado: Primero la ley y luego ya veremos qué se necesita. Cuando se implantó la LOGSE, no solo no llevaba aparejada una ley de financiación, sino que tampoco se previó cuál debería ser la formación del profesorado ni cómo debería llevarse a cabo. Desde entonces, la percepción del profesorado de Secundaria ante cualquier cambio es:
  1. Necesidad del cambio
  2. Implantación de una nueva ley, obligatoriedad de actuar inmediatamente de una nueva forma.
  3. Oferta de recursos inconexos y desorganizados (CEPs, intercambio de experiencias...) para adaptarse a los cambios.
Es decir, lo que se percibe es que estás muy solo y no sabes bien lo que se espera de tí, ni cómo puedes aprenderlo.

Como ejemplo, Castilla la Mancha, es una comunidad autónoma preocupada por la implantación del uso de las TIC en el aula y está haciendo grandes esfurzos económicos y de diseño para conseguirlo. Pues bien, en estos momentos, en Guadalajara, se está desarrollando un curso de web quest para profesores sin que anteriormente se haya programado seriamente una formación integral básica sobre uso de las TIC y de la web 2.0. Nuestra administración no sabe realmente cuál es el nivel de conocimiento y de uso de las tecnologías de los miles de profesores que entran en sus clases todos los días y no hay unos estándares predeterminados sobre el dominio de las TIC para los profesores.

Y lo mismo ocurre en lo que se refiere a las competencias básicas, la evaluación criterial, las nuevas metodologías basadas en el aprendizaje dialógico y a tantas cuestiones que ya son obligatorias por ley y que sin embargo no se llevan a la práctica. Y no solo eso, sino que uno puede permitirse el lujo de considerar que son una tontería y enfrentarse a ellas abiertamente.

Siempre que he escuchado a mis compañeros quejarse de la Administración por tratar de implementar novedades, he contestado que unos adultos licenciados universitarios y profesionales, deben considerar entre sus obligaciones la de formarse continuamente, pero lo cierto es que, si no lo hacen espontáneamente, es tarea de la Administración obligarles y procurar que esa formación esté bien organizada y estructurada con arreglo a los fines que se persiguen.

Empezar implantando leyes sin contar con los que van a tener que llevarlas a cabo es un grave error que ya se ha cometido muchas veces. Eso no significa que deban estar de acuerdo a priori, sino que si no lo están hay que convencerles y para eso se necesita una formación seria y profunda. Y para contar con ellos tienen que saber de antemano qué se espera de ellos y qué conocimientos les faltan para sumarse a la reforma.

Me cuesta trabajo entender que se gaste tanto dinero en conectividad, recursos materiales, software educativo y centros de profesores sin darse cuenta de que sin una buena organización de la formación del profesorado el resultado será muy pobre.

Por eso, como han hecho los chilenos, fijar unos estándares de formación primero, y procurar después que todo el profesorado los adquiera, me parece una tarea primordial de nuestras administraciones públicas.

Parece que con las nuevas titulaciones de Grado y el Máster en Educación Secundaria, hay un intento de mejorar las cosas en lo que se refiere a la formación inicial. Pero hay muchos profesores y profesoras que ya están ejerciendo y que tienen por delante una larga vida profesional. Nos aguardan muchos cambios y muy rápidos y hay que prepararse. Desearía que este asunto de la formación permanente del profesorado y los estándares para esa formación estuvieran en la agenda de las conversaciones del ministro Gabilondo con las administraciones autonómicas y la oposición, por delante de otros como la enseñanza de la religión, la concertación de los colegios privados o la enseñanza en catalán.

domingo, 17 de enero de 2010

La Nueva Cultura Digital


Resulta difícil escribir reflexiones sobre la inteligencia colectiva y las redes sociales, mientras permanecen en la retina las últimas imágenes llegadas desde Haití.

¿Qué sentido tiene hablar de "brecha digital" si hay una brecha física, tangible de hambre dolor y miedo? Me viene a la memoria el artículo de R. Carneiro sobre la búsqueda de sentido en la nueva sociedad del conocimiento y la contradicción entre la "banda ancha tecnológica" frente a la "banda estrecha del diálogo".

Nos encontramos en uno de esos momentos de banda estrecha, todos horrorizados, enviando unos euros a través del móvil para contribuir a arreglar el desastre, y dentro de poco, nos olvidaremos y volveremos a nuestra banda ancha, cómoda y confortable, a seguir construyendo una inteligencia colectiva que, ya se avisa, puede crear más diferencias y agravar las que ya existen.

Estamos preocupándonos de no quedar fuera de ese futuro, mientras Haití, y también África y tantos otros, seguirán viviendo en el binomio tiranía-pobreza y el presente que ahora tienen seguirá siendo su futuro.

¿Habría alguna forma de que esa nueva inteligencia colectiva creada por los jóvenes en Internet, generara una manera diferente de abordar las diferencias para acabar con ellas? Eso sí que sería un hallazgo, si además de crear la herramienta, se aprovechara para lo que de verdad importa.

martes, 12 de enero de 2010

INTERNET Y LIBROS DE TEXTO


Hace unas semanas tuve oportunidad de leer el artículo de Jaume Martínez Bonafé titulado "Ausencias, insuficiencias y emergencias en la educación actual". Su lectura me produjo una fuerte impresión por su tono radical entusiasta y convencido y por su apuesta sin reservas a favor de la enseñanza pública. Sin entrar en otros detalles que no vienen al caso (aunque me gustaría), quiero resaltar aquí, uno de los capítulos cuyo título es toda una revelación: "Una cosa es la búsqueda y tratamiento de la información y otra la colonización del aula por el libro de texto"

Estoy de acuerdo con el autor en que resulta demasiado chocante que en la nueva sociedad del conocimiento, donde se ha disparado un proceso de producción e intercambio rápido de información, el tradicional libro de texto sigue hegemonizando la relación didáctica en el aula.

Las investigaciones pedagógicas ponen de manifiesto el carácter obsoleto de una idea que nació con intención de encerrar en un texto único todo el contenido curricular. Sin embargo, la naturalización de su presencia en el aula hace invisible precisamente esta obviedad. Por eso, se hace necesario que en la formación de los docentes se busque un distanciamiento crítico de este recurso didáctico, porque frente a la relación estática que preside la utilización del libro de texto en el aula hay otras alternativas, relacionadas con las nuevas tecnologías y con las no tan nuevas pedagogías renovadoras (inevitable la referencia a Freinet: correspondencia, texto libre, bibliotecas de trabajo, informes de investigación, salidas de exploración...)

En otros trabajos sobre el mismo tema, Bonafé insiste en considerar el libro de texto como un "artefacto intelectual" que sirve para institucionalizar las relaciones de saber/poder en la escuela y apoya una forma hegemónica de entender la enseñanza y el aprendizaje.

Al mismo tiempo, el debate sobre el futuro del trabajo de las editoriales de libros de texto está en pleno apogeo: ¿los libros de texto desaparecerán fagocitados por el material multimedia ofertado a través de Internet o tendrán que reinventarse en formatos híbridos papel/digitales? Esta pregunta y todas las que se derivan de ella nos llevan a una reflexión apasionante, porque el problema no es solo tecnológico sino legal, económico y social: las TIC están cuestionando la manera en que se producen, distribuyen y comercializan los libros de texto actualmente y hasta el propio concepto de libro como objeto.

Un cambio sustancial en el soporte material de los libros de texto podría acabar con el modelo de negocio actual. Pero dicho cambio dependerá de los intereses creados y de las fuerzas de un entramado de relaciones bastante contradictorio. Las editoriales ven el problema y se disponen a actuar. En clase recibimos la visita de Juan Núñez, director TIC de la editorial SM, que resumió sus propuestas para un futuro inmediato:
  • En este momento no hay muchas diferencias entre las distintas editoriales de cara a la innovación
  • Los profesores seguimos haciendo lo mismo con herramientas diferentes y por lo tanto necesitamos nuevos modelos
  • 2.0 es una nueva forma de entender el mundo, luego es inevitable que utilicemos la web y la filosofía 2.0 como metodología de trabajo
  • Hay que reivindicar el trabajo por proyectos, lo que supone implicar a las familias, administración y editoriales
  • Debemos redescubrir las teorías de la educación y las grandes corrientes pedagógicas
  • Buscar a los alumnos: veamos dónde están y llevémosles hasta donde queramos que estén
  • Poner el énfasis en el uso didáctico de los recursos más que en el uso de recursos didácticos
A tenor de estas propuestas, se deduce que las editoriales se han percatado ya del peligro de entrar en una vía muerta y deben sustituir el modelo por otro que deje intactos sus beneficios actuales. El resto de actores, profesorado, familias y administraciones públicas, no parecen moverse demasiado o no se ve (en el caso de la Administración ) en que dirección lo hacen.